¿Es saludable este alimento? ¿Algún riesgo conocido? Evaluemos…

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA; European Food Safety Authority) ofrece asesoramiento científico y comunica los riesgos existentes y emergentes asociados a la cadena alimentaria en la Unión Europea. Uno de sus objetivos es formar Expertos en Evaluación de Riesgos de Seguridad Alimentaria y para ello dispone del programa de becas EUFORA, que involucra a Estados Miembros e investigadores, con el fin de garantizar la resolución de las necesidades en el análisis de riesgos presentes y futuros.

Recientemente EFSA ha publicado un trabajo sobre la evaluación riesgo–beneficio de productos de la pesca en el que ha participado el investigador seleccionado por EUFORA, Javier Pineda Pampliega. En Risegal contamos con su colaboración para conocer más acerca de este interesante tema.

Doctor Pineda, ¿nos puede explicar brevemente en qué consiste una evaluación riesgo–beneficio de un alimento?

Cuando nos alimentamos, es importante tener en cuenta que la comida no solo nos proporciona nutrientes y energía, variando su cantidad entre los distintos alimentos, sino que también puede contener elementos potencialmente perjudiciales para la salud. La evaluación riesgo-beneficio de un alimento tiene como objetivo determinar las ventajas e inconvenientes de tomar un alimento. Para ello, se integra información que proviene de estudios de nutrición, toxicología, química y epidemiología. Al combinar estos conocimientos, se puede obtener una herramienta útil y basada en evidencias científicas que permitan desarrollar políticas sobre alimentación y asesorar al consumidor.

¿Cuáles son los principales problemas con los que los evaluadores de riesgo se encuentran para gestionar y comparar los datos procedentes de diferentes bases de datos?

Uno de los principales desafíos es el acceso a dichas bases. A menudo puede resultar complicado saber si dicha base existe, y aún así, como llegar a entrar a ella, aunque está sea de acceso libre. Eso lleva al siguiente problema, y es que a veces el acceso solo se permite a personal acreditado muy limitado. Otro gran obstáculo es la forma en la que se distribuye la información. Por desgracia, una forma muy extendida de distribuir la información es a través de archivos PDF, los cuales son útiles para leer la información, pero dificultan en gran medida que se pueda utilizar para posteriores análisis, debido a la dificultad de la extracción de los datos que contienen.

¿Cuál ha sido el objetivo planteado para realizar la evaluación de riesgo en productos de la pesca?

Nuestro principal objetivo ha sido el demostrar una de las posibles maneras para que los datos presentes en bases de datos esenciales para la evaluación de riesgos–beneficios en productos de la pesca puedan ser fácilmente accesibles y manejables.

¿En qué grupo de investigación ha desarrollado este trabajo?

Este trabajo se ha realizado dentro del “Grupo de Toxicología Marina”, del “Instituto de Investigación Marina” (Havforskningsinstituttet, IMR) noruego, en colaboración con el “Comité Científico Noruego para la Alimentación y el Medio Ambiente” (VKM).

 

¿Se han centrado en algún alimento o riesgo en concreto?

Realmente nos hemos centrado en una gran cantidad, ya que hemos utilizado la base de datos “Seafood data” al completo. Aunque no hemos tenido la oportunidad de probar todos y cada uno de los productos, hemos realizado una evaluación lo suficientemente extensa para analizar la eficacia del sistema propuesto.

¿Qué bases de datos ha utilizado para esta evaluación?

Para llevar a cabo nuestra investigación, hemos utilizado principalmente dos bases de datos de disponibilidad pública: “Seafood data” y “OpenFoodTox”.

La base de datos “Seafood data”, creada y mantenida por el IMR, contiene información sobre nutrientes y contaminantes encontrados en peces, marisco y algas, e incluso en productos preparados a partir de los anteriores. Esta base de datos ha sido recopilada durante más de 15 años y cuenta con información de más de 25.000 individuos. En algunos casos, se dispone incluso de información sobre la presencia de sustancias en diferentes órganos, como músculo o hígado.

La base de datos “OpenFoodTox”, creada por la EFSA,  contiene información sobre contaminantes y otras substancias bajo regulación que pueden aparecer en alimentos. En concreto, se puede encontrar información sobre las características de una sustancia, los puntos y valores de referencia, su genotoxicidad y sobre los informes que ha producido la EFSA sobre ellos.

 

 

 

¿Qué herramientas ha utilizado para llevar a cabo la evaluación propuesta?

Todo el trabajo se ha realizado empleando el lenguaje de programación “R”. El uso de este lenguaje, diseñado para el análisis estadístico, ha aumentado en gran medida en los últimos años entre la comunidad científica, debido principalmente a ser de libre uso, su capacidad para manejar y analizar datos, y la posibilidad de incluir nuevas funciones y funcionalidades fácilmente.

Sin embargo, ya que el objetivo de este proyecto era llegar al mayor número de usuarios posible, decidimos utilizar una de las funcionalidades comentadas de R, que es la posibilidad de crear aplicaciones web interactivas. De esta manera, los que lo deseen pueden trabajar directamente con R mediante “líneas de código”, pero además se puede ofrecer un entorno amigable para cualquier usuario, incluso aquél que no tenga ninguna noción sobre programación, creando un entorno como muchos otros de los que se pueden encontrar en páginas web o en diferentes programas de ordenador.

¿Cuáles han sido las principales conclusiones del trabajo publicado por EFSA en el que usted ha participado como beneficiario del programa EUFORA?

La cantidad de información disponible que puede ser de interés para realizar una evaluación riesgo–beneficio de un alimento es enorme, y continua creciendo. Sin embargo, es importante que estos datos sigan los principios FAIR, que dicen que los datos tienen que ser fáciles de encontrarFindable—, que se pueda acceder a ellos fácilmente —Accesible—, que se pueda combinar con otros datos —Interoperable—, y que puedan ser reutilizados, no solo por los creadores de dichos datos, sino por otros usuarios —Reusable—.

Con este trabajo hemos demostrado la existencia de herramientas y técnicas que permiten que, datos útiles para las evaluaciones de riesgo–beneficio en alimentos, sigan estos principios FAIR. El uso de estos principios va encaminado a asegurar que, en futuros análisis de riesgos–beneficios, tengan un coste, tanto económico como de tiempo y esfuerzo adecuado, sin perder el tiempo en búsquedas infructuosas.

Acceso a la información de EU-FORA: el Programa europeo de becas sobre la evaluación del riesgo alimentario