Desde hace unos años y en todo el mundo se han registrado casos de personas que presentan reacciones alérgicas después de ingerir distintos tipos de carnes rojas. El abanico de síntomas que pueden presentar es amplio, por eso más que una alergia, la enfermedad se ha catalogado como síndrome y se conoce como Síndrome de Alfa-Gal (SAG).
¿Qué es el alfa-Gal y qué reacción produce?
El alfa-Gal (α-Gal) es un oligosacárido que está presente en células y tejidos de mamíferos no primates y en la saliva de las garrapatas. Los humanos no pueden sintetizar el determinante glucídico α-Gal y, por lo tanto, se produce una respuesta del sistema inmunitario frente a él. Los anticuerpos IgM e IgG anti α-Gal se producen constantemente en el cuerpo humano, por ejemplo frente bacterias del tracto intestinal que tienen este sacárido en su membrana externa.
Sin embargo, un efecto perjudicial del sistema inmunitario es cuando produce anticuerpos IgE dirigidos contra el antígeno α-Gal por dos vías diferentes: (1) las reacciones alérgicas retardadas producidas tras la ingestión de carne roja y (2) la reacción inmediata por la picadura de una garrapata o frente al anticuerpo cetuximab aplicado de forma intravenosa en tratamientos de cáncer colorectal.
¿Cuál es la causa de este síndrome?
Diversos estudios a nivel mundial han corroborado que este síndrome está relacionado con la picadura de garrapatas. Además de haber sido comprobado experimentalmente, se ha encontrado una relación entre la distribución de este parásito y la prevalencia de la sensibilización frente al antígeno α-Gal (10-20%) de la población de estas regiones. En las encuestas realizadas a las personas con este síndrome, la mayoría (> 70%) contestaron afirmativamente haber sido picadas por garrapatas. Además en algunos estudios se relaciona el número de picaduras con la mayor probabilidad de desarrollar la alergia.
La picadura de garrapata induce la producción de anticuerpos IgE anti α-Gal, pero todavía no se conocen los mecanismos por los que esta incisión produce la sensibilización que puede derivar en alergia. Cuando esto ocurre, la exposición a otros alérgenos que comparten este determinante antigénico (ej. carne roja) provoca la aparición de los síntomas.
¿Todas las personas con esta sensibilización frente a alfa-Gal presentan síntomas alérgicos?
No, se ha comprobado en poblaciones con alta prevalencia de sensibilización a este antígeno, que la mayoría nunca tuvieron síntomas alérgicos al comer determinados productos de origen animal. Existe una variabilidad entre individuos en la respuesta de su sistema inmunitario para la producción de anticuerpos IgE que está relacionada con la posibilidad de desarrollar este síndrome.
¿Qué alimentos están relacionadas con el síndrome SAG?
Esto está determinado por las costumbres gastronómicas de cada país, pero en general se han detectado más casos cuando se ingiere carne de vaca, seguido de cerdo, cordero y ciervo, siendo los órganos internos los que producen reacciones más severas y en menor tiempo. En un estudio realizado en Galicia, también se hace referencia a carne de jabalí y curiosamente las personas que mostraron síntomas alérgicos al ingerir algún tipo de carne roja, indicaron que estos síntomas no se producían al comer jamón serrano.
También el determinante glucídico α-Gal puede estar presente en glicoproteínas y glicolípidos de otros productos extraídos de mamíferos, como la leche y el colágeno. Por ejemplo, se han registrado síntomas alérgicos tras la ingestión de gominolas elaboradas con gelatina de cerdo y de quesos de oveja donde se atribuye al cuajo de ternero (utilizado para su elaboración) la causa de la reacción.
¿Cuáles son los síntomas alérgicos?
La sintomatología puede variar entre ingestas y entre personas. Puede producirse prurito, hinchazón superficial o bajo la piel ―urticaria o angioedema― o anafilaxia. En otros casos se describe dolor abdominal acompañado de reacciones en la piel o únicamente molestias gastrointestinales.
Los síntomas se producen, como término medio, transcurridas 2 horas después de la ingesta, aunque en algunos individuos se puede producir un acortamiento de este periodo o de la intensidad de los mismos debido algunos factores que pueden estar relacionados con la permeabilidad gastrointestinal, la circulación sanguínea o la liberación de histamina. Algunas personas indican un cambio de síntomas ―de leves a más agudos― en comidas sucesivas aunque estas fuesen en similar cantidad e igual forma de preparación. Como en otras alergias se supone que cofactores como el ejercicio, el alcohol y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden potenciar la absorción del antígeno o disminuir el umbral de respuesta.
¿Cuál es el tratamiento de la alergia a la carne roja?
No comer carne roja es la mejor recomendación para evitar los síntomas alérgicos en las personas susceptibles. Algunas personas indicaron no manifestar síntomas cuando volvieron a ingerir este tipo de alimentos después de un periodo en la que la excluyeron de su dieta y, en otros casos, tras evitar nuevas picaduras de garrapata.
¿Cuáles son los inconvenientes para las personas con esta alergia?
Uno de los problemas radica en el infradiagnóstico de este tipo de enfermedad que puede tener consecuencias inesperadas, no sólo derivadas de la dieta, sino por otras relacionadas con algún tipo de tratamiento médico de la persona afectada. Se han detectado casos con síntomas alérgicos en pacientes frente a algunas vacunas, implantes, sueros o medicamentos ―que contienen gelatina o ácidos esteáricos― por su origen animal. También este es un tema de preocupación por la posible reacción frente a algún tipo de anestesia y en caso de las enfermedades coronarias. Por ejemplo, en un estudio realizado en Virginia el 26% de las personas tratadas en la especialidad de cardiología, tenían niveles detectables del anticuerpo IgE anti α- Gal.
¿Qué grupos poblacionales son más susceptibles de desarrollar esta alergia?
Principalmente, cualquier profesión relacionada con el sector primario en el campo (criadores de ganado, veterinarios, etc) o trabajadores forestales y en general, la población que viva en las zonas rurales en las que las garrapatas son endémicas, son susceptibles de desarrollar esta enfermedad. Por otra parte, todas aquellas personas que realizan habitualmente actividades de ocio o deportes al aire libre o cazadores, por ejemplo, también podrían añadirse a este grupo de riesgo.
¿Es habitual realizar el diagnóstico del síndrome alfa-Gal?
Se han diagnosticado casos en América, Australia, Europa, África y Asia pero no existen planes nacionales para su identificación. Se considera una alergia emergente por el aumento del número de casos registrados, sin embargo esto puede deberse a un mayor seguimiento y una mejora de los métodos de detección. Los expertos consideran que muchas de las alergias de origen no conocido podrían corresponderse con este síndrome y recomiendan hacer una identificación temprana de los síntomas leves en personas susceptibles, para prevenir posibles reacciones anafilácticas.
Número de casos del Síndrome α-Gal en todo el mundo recogidas en publicaciones científicas
Nota: Datos incluidos en la cita (3) de la Bibliografía
¿Cuáles son las líneas de investigación de este síndrome?
Esta alergia muestra patrones diferentes a otros tipos de alergias, sin embargo algunos expertos consideran que su estudio puede contribuir a comprender muchas causas y consecuencias de otros tipos de alergias hace tiempo identificadas.
Se sigue investigando tanto desde el punto de vista epidemiológico, como en la patología en muestras humanas o en la mejora de los modelos animales. También se propone estudiar otros insectos (ej. himenópteros y dípteros) como posibles inductores de la enfermedad.
Curiosamente, también algunos investigadores consideran que la inmunidad anti α-Gal es un buen modelo para comprender la asociación entre alergia y la inmunidad frente a microorganismos responsables de enfermedades infecciosas que portan dicho determinante antigénico.