Riesgos emergentes 2021 en el informe de actividades de EFSA

La identificación temprana de riesgos emergentes en seguridad alimentaria es uno de los objetivos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de la Unión Europea. El modelo de identificación de estos riesgos emergentes se basa en un intercambio de acciones e información entre EFSA, la Red de Intercambios de Riesgos Emergentes (EREN, Emerging  Risks  Exchange  Network) y el panel de discusión de partes interesadas StaDG-ER (Stakeholder Discussion Group on Emerging Risks).

La red EREN comenzó en 2010 para compartir entre los estados miembros (EMs) información de incidencias detectadas en la cadena alimentaria que pudiesen representar un problema de salud en un futuro más o menos próximo.  El panel StaDG-ER está formado por una serie de representantes de sectores a los que atañe la seguridad alimentaria en algún modo y que dan a conocer las señales de riesgo detectadas en su ámbito. EFSA coordina reuniones de discusión paralelas sobre las señales identificadas por estos grupos y en el transcurso de su análisis, se puede producir un trasvase de información y requerimiento de datos entre ambos. En este proceso también están involucrados los Comités Científicos, el Foro Asesor de la Autoridad y otros expertos y el resultado de todo este trabajo queda reflejado en informes anuales.

En el informe de actividades sobre riesgos emergentes de EFSA en 2021 se puso de manifiesto: que para su identificación se necesita una gran cantidad de recursos, de búsquedas en distintas fuentes de información y del desarrollo de métodos de análisis; y que en algunas ocasiones estos esfuerzos están duplicados en otras partes del mundo. Es por ello que actualmente, se plantea tener una visión del entorno más amplia e integrar en el sistema de identificación la colaboración con otros socios extracomunitarios.

Resumen de actividades en 2021

En 2021, la red EREN se reunió en 2 ocasiones para discutir sobre los nuevos temas propuestos por algún EM y aportar más información sobre los ya presentados en anteriores encuentros. Paralelamente, EFSA actualizó la información de los proyectos y acciones sobre riesgos emergentes en los que la Autoridad participa. También en este año, se hicieron 2 rondas de discusión entre el panel StaDG-ER y EFSA.

Figura 1. Temas discutidos considerados “no riesgo emergente” en 2021 por distintos motivos

 

Resultado de estas reuniones, EFSA obtuvo los documentos explicativos, realizados por los integrantes de la red y el panel, en los que figura la calificación como riesgo emergente o no. En total se identificaron 8 riesgos emergentes, mientras para los otros 10 temas tratados no se disponía de información suficiente en ese momento para considerarlos como tales, o se consideró un problema de otra naturaleza, por ejemplo, de comunicación o gestión de riesgo.

Además EFSA recibió de los EMs otras 35 notificaciones como señal potencial de riesgo con las que se iniciará un nuevo proceso de investigación comenzando con la recopilación de más información de sus redes de colaboradores.

Figura 2. Señales investigadas y consideradas como “riesgo emergente” en 2021

 

Otras herramientas indispensables para continuar con la identificación de riesgos emergentes (REs) implica disponer de datos —buenos y suficientes— y de metodologías adecuadas. Este es un trabajo de mejora continua que se lleva a cabo mediante proyectos de EFSA con alguna de sus organizaciones colaboradoras. En el informe se citan los siguientes:

  • El desarrollo e implementación de una plataforma de REs como nodo de comunicación entre la Autoridad y sus colaboradores utilizada para informar, revisar y realizar las consultas necesarias sobre indentificación de REs. Una de las utilidades en las que se trabaja es una aplicación del proceso de identificación, desde la señal hasta su análisis final, de una forma armonizada. Con el acrónimo ERAP se pretende que está plataforma este operativa en 2025.
  • Proyecto sobre nuevas fuentes de alimentos/piensos y tecnología innovadoras de producción. El cambio hacía esta producción puede llevar riesgos asociados y por ello, el proyecto se dirige a detectar señales en los documentos publicados hasta la actualidad y el filtrado posterior por expertos de EFSA y el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC).
  • Con la temática de micro- / nano-plásticos en los alimentos. Desde 2013, EFSA registró la necesidad de estudiar estos contaminantes en los alimentos y su repercusión en la salud humana, de los animales y del entorno. Su presencia en los alimentos ha sido documentada pero hay carencia de información sobre los posibles efectos de su exposición. Además, este es un tema de preocupación para la población según el Eurobarómetro en seguridad alimentaria de 2019. Esta motivación llevó a la celebración de un encuentro científico en 2021 donde se señalaron las prioridades y la necesidad de continuar con una investigación que integre distintas disciplinas y países, por ser este es un tema complejo y de ámbito global.
  • En la transición hacia una economía circular, en el marco del “Pacto Verde Europeo”, también las novedades en distintas etapas de la cadena alimentaria pueden generar riesgos en la salud vegetal, animal, humana y del medio ambiente. Hay iniciativas en el uso de plásticos de base biológica, biodegradables y compostables; embalajes reutilizables o reciclables; utilización de subproductos alimentarios; obtención de proteínas por microorganismos cultivados sobre restos vegetales o de otra naturaleza, entre otras. El foco principal se basa en la reducción de desperdicios, pero los estudios para implementarla se centra más en parámetros productivos que en este tipo de riesgos. Uno de los temas donde sí se dispone de más información sobre riesgos es todo lo que tiene que ver con el uso de insectos para cualquier tipo de alimentación. EFSA ha realizado y publicado el estudio Food and feed safety vulnerabilities in the circular economy donde se recomienda hacer estudios de riesgos en nuevos alimentos y piensos y en los productos importados de países con legislación diferente a la de la CE.
  • El desarrollo de una metodología para evaluar el fraude alimentario como factor impulsor que genera riesgos. Se basa en un modelo computacional para identificar los fraudes donde la seguridad alimentaria está comprometida, que se nutre tanto de información del sector público como privado y de las consultas a los socios de EFSA. Esta acción se está realizado mediante el proyecto FFRAUD-ER (2022-2025).

Figura 3. Nuevas señales de riesgo enviadas a EFSA en 2021 para su análisis posterior

 

Una información más detallada sobre riesgos emergentes se puede encontrar en el informe EFSA’s activities on emerging risks in 2021.